Bienvenidos al Blog correspondiente a la asociación ciclista "Club Ciclista Santa Isabel de Badajoz".En este Blog pretendemos informarles de todas las actividades organizadas por nuestra asociación, ilustradas con fotografías, vídeos y comentarios. Esperamos que les guste, y quien quiera sumarse a nuestro Club, podrá disfrutar con nosotros y será bienvenido.
miércoles, 31 de mayo de 2017
miércoles, 24 de mayo de 2017
RUTA 46. ESPECIAL “TENTUDÍA”.
Un año más realizamos la ya tradicional ruta: “Subida al Monasterio de Tentudía”.
Como
siempre quedamos para salir con los vehículos en nuestros emblemático buzón de
4 caminos. A las 7 de la mañana íbamos viajando hacia el lugar de salida,
Zafra, con la intención de comenzar la ruta a las 8 de la mañana.
La puntualidad de los 22 participantes fue exquisita, aunque con las bicicletas salimos realmente a las 8:30. Hubo que hacer una parada técnica de café con churros para aquellos que a primera hora de la mañana tienen el estómago cerrado. Por cierto, alguno estuvo comiendo churros durante toda la mañana.
La puntualidad de los 22 participantes fue exquisita, aunque con las bicicletas salimos realmente a las 8:30. Hubo que hacer una parada técnica de café con churros para aquellos que a primera hora de la mañana tienen el estómago cerrado. Por cierto, alguno estuvo comiendo churros durante toda la mañana.
El
principal protagonista de la ruta fue el fastidioso viento. Ha sido una de las
jornadas más duras referente a dicho efecto meteorológico. Y es que desde que
nos pusimos en marcha, el viento era cada vez más intenso. Toda la mitad de la
ruta hasta justamente el pié de la subida, nos estuvo dando de costado y en
contra. Tanto era así, que nuestro compañero Paco Vila, que aprovechó la
jornada para estrenar sus nuevas llantas de perfil alto, estuvo a puntito de
poner pie en tierra y retirarse por la imposibilidad de hacerse con la
bicicleta. Al final con el apoyo de todos y con la paciencia y fuerza de
voluntad de Paco, conseguimos que se mantuviera en el grupo.
Todo
el transcurso del recorrido consistía en atravesar continuos toboganes. Tenían
rampas de hasta casi un 9% de desnivel, que provocaban que fueramos perdiendo
fuerza, y eso sumado al intenso viento nos hizo mantener un ritmo tedioso y
cansino. Después de mucho esfuerzo conseguimos llegar a las estribaciones del
puerto. A partir de aquí el viento no era tan molesto. Estábamos protegidos por
la falda de la montaña y vimos nuestro sufrimiento un poco aliviado. Alivio que
poco iba a durar, ya que una vez alcanzada la localidad de Calera de León
comenzábamos la ascensión. A partir de aquí, cada uno ponía su ritmo y para
arriba. Había tramos de un 13% y un 14% de inclinación, pero la media general
era de entre un 7% y un 9%. Por lo tanto es un puerto bastante llevadero y con
algunos pocos descansos que permiten recuperar el aliento.
Pasado
el cruce de Cabeza la Vaca tan sólo quedan 2 Kilómetros para coronar la cima.
El paisaje precioso con unas maravillosas vistas y rodeado de pinos. Son 2
kilómetros que pasan relativamente rápidos, ya que, manteniendo un ritmo
constante se suelen sobrellevar bastante bien.
Por
fin, detrás de la curva a la derecha se vislumbra la caseta de los repetidores
indicio de que estamos terminando la subida. Una vez pasada dicha curva se
muestra el monasterio de Tentudía señal inequívoca de que el calvario ha
pasado. Bueno, pasado entre comillas.
Parada
habitual para las fotos de rigor y el avituallamiento, con el desánimo por
parte de los cafeteros, ya que como suele ser habitual, el bar estaba cerrado.
Allí estaban descansando un grupo de senderistas que nos invitaron, de manera
jocosa, a unas perrunillas para pasar el mal trago. Evidentemente no podíamos
aceptar tan suculento manjar, no estaba bien abusar de la bondad de otros
compañeros de ruta, y decidimos comer nuestra fruta y barritas que parece que
pasan mejor por los gaznates.
Recebado
de líquidos en la fuente del lugar, y nos ponemos en marcha, ahora para
descender. Con mucha precaución comenzamos el descenso, pero disfrutando, por
supuesto, de grandes velocidades de hasta 70 Km/h. Y más, porque no se podía
coger con las curvas y por el tráfico de coches del lugar. Pero vamos una
gozada. Si para la ascensión, se tarda en total, aproximadamente una hora, para
el descenso en 5 minutos estamos abajo. Como siempre, justo al finalizar el
descenso nos viene de cara la sorpresa ya conocida del rompepiernas peor de la
ruta. Un rampón de casi un 9% que te coge con las piernas frías y provoca un
cambio de ritmo que te caes con todo el equipo. Las cajas de cambios sonando por
que no te da tiempo a poner el desarrollo adecuado y te quedas clavado. Pasas
de ir a 55 ó 60 Km/h a 8 ó 10 Km/h y haciendo eses para poder sortearlo mejor.
Gracias a que no es muy larga, porque si no sería insoportable.
Esta
es la tónica general del regreso. Seguimos con los cambios de ritmo por culpa
de los toboganes, dirección Fuente de Cantos. Lo bueno, este año, ha sido que
ahora el viento nos favorecía, y nos empujaba ese poquito para poder superar
las rampas con más soltura. Aún así, las piernas ya estaban muy resentidas, y
los amagos de tirones y calambres iban aflorando.
Casi
llegando a Fuente de Cantos, Demetrio sufre un pinchazo. Parada que vale para
esperar a los más rezagados. Manolo Expósito, Antonio Núñez, Fernando Cordón,
Juan Chacón. Manolo nos dice, lo siento mucho pero no voy a parar, porque si me
paro no me vuelvo a montar, por lo que les comentamos que continúen ellos a su
ritmo mientras reparábamos el pinchazo, y así podían ir más tranquilos.
Una
vez reparado el pinchazo, nos ponemos de nuevo en camino. La carretera se
tornaba más asequible, no había tanto repecho y con el viento a favor
comenzamos a rodar de manera considerable. En esto que dice uno de los
compañeros invitados “Ceferino”, yo tiro para adelante que a las 14:00 tengo
que estar en Hornachos. Impuso un ritmo tal, que cuando quisimos darle caza fue
imposible. Rodábamos a 44 y 45 Km/h y a él se le veía cada vez más lejos.
Cuando la carretera picaba para arriba, se nos hacía más complicado mantener
esa velocidad. Para algunos las piernas ya no respondían y había que aminorar
la marcha.
Al final llegamos a las duchas a la hora prevista. Las 14:00 y Ceferino ya estaba montado en el coche con todo cargado y de regreso a su pueblo. Nosotros, con los deberes cumplidos nos dirigimos a las merecidas duchas.
A
comer nos quedamos 11 miembros de los 22 que participamos en la ruta. Como
miembros invitados, nos acompañaron Ceferino, Mero y Manolo Bueno, y disfrutamos
mucho como siempre, de su agradable compañía. Ellos siempre nos obligan a poner un
poquito más de esfuerzo a la ruta, haciéndola más dinámica.
El
encargado de la organización de la ruta
fue Manujo, y todo salió a pedir de boca, salvo las duchas del segundo
vestuario, que eran con agua fría y no veáis como nos espabilamos. Se nos
quitaron todas las tonterías. Las de agua caliente tampoco tenían desperdicio,
había que ir salpicándote por que te abrasabas vivo. En fin no sé qué sería
peor. Y la comida fue genial.
Con un broche culinario estupendo de postres caseros, en los que Mero, Nando, Manolo, hermanos Silva, Demetrio, Ceferino y los demás que se marcharon no pudieron degustar.
Ya sabéis, para la próxima os quedáis a comer. Echamos unas risas y nos divertimos constando las batallitas.
Con un broche culinario estupendo de postres caseros, en los que Mero, Nando, Manolo, hermanos Silva, Demetrio, Ceferino y los demás que se marcharon no pudieron degustar.
Ya sabéis, para la próxima os quedáis a comer. Echamos unas risas y nos divertimos constando las batallitas.
domingo, 14 de mayo de 2017
Ruta 43 Badajoz, Valverde, Barcarrota, Salvaleón, Nogales, Almendral, La Albuera, Badajoz.
Antes de empezar este relato, quiero hacer una
mención muy especial a un compañero y
amigo de la infancia, que gracias a la bicicleta, nos ha dado la oportunidad de
reencontrarnos después de muchos años sin vernos. Este volver a vernos, ha
tenido que ser en circunstancias adversas para tu salud.
Me gustaría decirte, que es admirable como afrontas
" ese problemilla" que se te ha presentado. Creo que no todo el mundo
es capaz de agarrar ese "toro" con esa valentía, ánimo y positivismo, como Tú lo has hecho. Seguro
que vas a salir adelante del escollo. Enhorabuena por tu buena actitud y
entereza, Manolo Expósito. Todo esto al final quedará para ti , como un mal
sueño.
Y ya, vamos al
lío nuestro. Empezar con el clima. Comenzamos con nubes altas, que no impedía que
el sol se impusiera sobre éstas, aunque a lo largo del trayecto las tornas se
invertirían, imponiéndose los nublados. La temperatura la podemos calificar de
fresquita.
Del famoso buzón supuestamente salisteis, en número de
ocho unidades y otros tres, nos incorporamos en la rotonda de Carrefour (
carretera de Valverde), y digo que salisteis supuestamente porque, como yo no
lo vi....pues ya sabéis, ojos que no ven........gabardina que me llevo. Bromas a parte, la ruta se presentaba con cierta
dificultad, ya que la orografía, con continuas subidas y bajadas en sus tres
cuartas partes iba a seguir esa tónica hacia estos " dos pueblos" nos
dirigimos en primera instancia, a Valverde de Leganés. Como siempre sin forzar en este primer tramo, todos
juntitos hasta llegar a ese primer destino. A partir de ahí, dirección Barcarrota y veinte kms. de
fuertes repechos y otras tantas bajadas.
El grupo en las subidas se rompía, y en las bajadas se agrupaba. Llegamos a
Barcarrota, tierra de este humilde junta letras, que como es bien sabido nadie
se está quieto. (el que no corre trota
).La salida del pueblo hacia Salvaleón, ya comienza con un fuerte repecho,
superado éste, la carretera no deja de subir, aunque en menor medida, kms
después bajada muy rápida hasta el valle donde se sitúa el pueblo, algunos
bajamos a lo que daba el desarrollo de nuestras bicis. Reagrupamiento en la
raqueta que nos dirige a Nogales. Tramo este, que discurre todo en bajada excepto dos repechos del 8% y el 9%
este último, de unos 700 m, superado éste,
desde esa atalaya, las vistas que se nos presentan son preciosas. El
pelotón, desgajado, se encamina picando
ligeramente hacia arriba en los últimos dos kms hasta llegar a Nogales. Parada
merecida para el café. La media de velocidad había sido baja, por culpa de las
dificultades del terreno, no llegó a 24 km.
A partir de aquí, a correr hasta Badajoz. Salida hacia
Almendral, poniendo la directa favorecido por un terreno llano, y un viento que
no dificultaba mucho. Llegada a esta
localidad, giro a la derecha y seguimos rapidísimos y en grupo, ya no bajaríamos
de 33 o 34 km con puntas de casi 50, cuando los capos se ponían delante. Quiero
destacar por su esfuerzo generoso sobre todo en este último tramo, a Nando. "Cuando
el grupo denota un acelerón, las miradas del pelotón, se dirigen al de delante,
y como no podía ser de otro modo, aparece ante todos, esa savia joven, de
ciclista poderoso, que igual subiendo que bajando, no podía ser otro, que
NANDO. (Chury, estas que lo petas).
Llegamos al punto de la nacional, y en la rotonda
dirección Badajoz nos encaminamos a cumplimentar la ruta, con esos 23 km
finales, sin ninguna incidencia que destacar. La velocidad hasta Badajoz
continuó siendo rápida, y la media
aumentó sensiblemente, en este último tercio, completándose los aproximadamente
112 km así establecidos.
Y colorín
colorado, este relato se ha acabado.
Texto: José Leal Benavides.
Fotografía. Club Ciclista Santa Isabel.
Texto: José Leal Benavides.
Fotografía. Club Ciclista Santa Isabel.
domingo, 7 de mayo de 2017
Ruta 41 Badajoz, cc-canal-Valdebotoa, Villar del Rey,Puebla de Obando, La Roca ,Badajoz.
Antes de empezar
este relato, perdón,
sólo me va a llevar
un rato.
Quiero felicitar
en mi nombre
y en el de la peña
a Manolo Silva,
que , con su magisterio
bicicletero,
nos instruye certero,
en cada uno
de los ruteros
(sube un diente
quita el plato)
poniendo al servicio
de todos,
conocimiento, saber
y buenos modos.
Además pedaleando,
sentado o de pie
no puede faltar,
su grito de guerra,
"esqueee"
Y ya, pasamos
a la cuestión.
Como siempre
en las inmedaciones
del Guadiana,
en un artilugio
ya en deshuso
curioso y molón
llamado buzón,
nos juntamos
11 ciclistas
con bicicletas
camisetas y pantalón,
para meternos
una paliza
de relumbron.
A la hora establecida
8 de la mañana,
con un frio que ponia
la hierba cana,
iniciamos la ruta
en dirección al canal.
Todos juntitos
y sin más.
Sobre Valdebotoa
Pepe y Murillo,
se unieron al grupillo,
y en el puente
sobre el Gevora,
se oye un grito
cuasi de guerra.
! alto pinchazo!
frenazo, y alguno a punto
del guarrazo.
Paco, no mola mazo
tanto puto pinchazo.
Salimos del puente,
y al girar, Valdebotoa
está presente.
Continuamos hacia
Villar del Rey,
la marcha fluida
sin idas ni venidas.
El grupo compacto,
nada que provoque
ningún sobresalto.
Llegada y salida
de esta Villa,
para dirigirnos sin más
a la BA-5023 comarcal.
21 km nos esperan
de una estrecha
carretera,
y con un firme
nada adecuado,
para un marchar
pausado.
Al ser un tramo
muy ondulado,
acabamos este
un tanto cascados.
Si añadimos a esto
que algunos forzaban,
el resultado daba
que del grupo 4
se marchaban.
Llegamos a la nacional
con el físico na más,
que regular.
Justo ahí apostados,
esperaban
los escapados.
Subida el repecho
de Obando,
que algunos subimos
más lentos que andando.
Bajadita fugaz,
para llegar
al cafelino en el bar.
Reanudamos la marcha,
y en lugar
de tomar cafeina
nos hubieran dado
Eritropoyetina
(Es la EPO mal pensaos)
la bajada hasta La Roca
fue tan veloz, que incluso
se nos olvidó,
que los que antes
iban escapados,
ahora quedaban
rezagados.
Paco, avisó
que se parara
para que esos tres,
enlazaran.
De la Roca
hasta Badajoz,
corrimos que es un
primor.
En grupo, a ritmo,
y muy veloz
favorecido por un ligero
viento,
lateral a favor.
Llegamos sin más
a nuestro punto
de partida (112 km)
cansados como es
de esperar
pero dispuestos,
para el domingo
volver a empezar.
Esto es todo amigos.
Texto: José Leal.
martes, 2 de mayo de 2017
Ruta 40. Badajoz - La Albuera - Almendral - Barcarrota - Taliga - Sto Domingo - Olivenza - Badajoz
Comienza la cuenta atrás con vistas a la
próxima ruta especial, la tradicional subida a Tentudía, dentro de 3 semanas. Y
nada mejor que prepararla con rutas como la de hoy, con una buena distancia de
110KM para coger fondo y un terreno exigente de continuos sube y baja para
curtir los músculos y endurecer las piernas.
Primer día de mayo y
primera ruta con nuevo horario. A las 8 de la mañana estábamos en nuestro punto
de encuentro y de salida. 6º de temperatura que nos hacían castañear los
dientes. Y es de estos días que nos sabes qué ponerte. En pleno mayo ropa de
invierno como que se te hace un poco agobiante, y sin embargo, ropa de verano
es escasa para esa temperatura. En fin, haciendo un poco de combinaciones, la
mayoría optamos por camiseta térmica, maillot, manguitos, cortavientos y
pantalón corto. Salvo Benito, que creo fue quien acertó de lleno, ya que fue
bien pertrechado con su equipación de invierno.
Aunque el día estaba bien
soleado, costaba coger temperatura, a Paco Vila se le quedaban los pies helados,
prácticamente no entró en calor en toda la ruta. En principio no se movía el
viento, pero a medida que iba avanzando la jornada el viento empezaba a hacer
acto de presencia. En la ida, el poco que hacía era más bien favorable, pero al
regreso, ya hacía un poco más y en contra, tampoco una barbaridad como en la
jornada anterior, pero siempre molesto y provocando una sensación térmica de
mayor frío.
Del buzón salimos 8
unidades que no tardó en aumentar su número al unirnos con 4 unidades más que
nos esperaban a un ritmo tranquilo pasando Campomanes en la carretera de
Sevilla. Al final salimos a las 8:10 esperando a que Jose Luis fuera a por
algún enser que se le había olvidado. No sé no sé, ¿serían los calzoncillos de visón?.
De nuevo 12 los valientes
en realizar la ruta. Y es que los primeros días saliendo a las 8 de la mañana
cuestan un poco, pero después se agradece llegar temprano a casa y aprovechar
el resto de la jornada festiva en compañía de la familia.
Empezamos un un ritmo
aceptable, sería para entrar en calor. El caso es que cuando llegamos al cruce
de La Albuera, prácticamente el frío había desaparecido. Tan sólo en los dedos
de las manos, en la cara y algunos en los piés es donde más se notaba. Pasamos Almendral y la carretera empezaba a
picar para arriba. Porcentajes pequeños, de un 2% a un 4 % pero durante muchos
kilómetros seguidos, que hacían resentirse las piernas. Sobre todo a los que el
día anterior se metieron la paliza.
Llegamos a Barcarrota a las 10:05 de la mañana, donde paramos para avituallar en el restaurante Las Mallas, justamente en la entrada del pueblo.
Al sol se estaba divinamente.
15 minutitos de café, tostada, plátano y barritas y continuamos con el regreso.
Nos ponemos en marcha
dirección Táliga. El personal tiene algo de prisa, nada más salir hubo que
tirar de plato puesto que la carretera era favorable para acortar distancias
más rápido. Buena bajada y en un abrir y cerrar de ojos nos presentamos en
Táliga. A partir de ahí volvía el terreno a ponerse pesado, sin grandes
porcentajes, pero con las piernas un poco resentidas, y lo peor, de nuevo el
viento frío, pero no tanto como a primera hora. Era ya mucho más llevadero. Y
encima con una buena conversación y risas entre los colegas. Tan entretenidos íbamos
que llegamos enseguida al cruce para dirigirnos a Olivenza. Fue girar a la
derecha y plafff, bocanada de aire en contra para rematar.
Entre el viento y el
repecho pasando Olivenza a más de uno nos dieron la puntillá, dentro de los que
me incluyo. Costaba bastante seguir el ritmo de los más fuertes, pero apretando
los dientes y con la condescendencia de los compañeros que bajaban un poco el
ritmo para que fuera más llevadero, pudimos culminar la ruta con éxito,
llegando a Badajoz a las 12:15 de la mañana con una velocidad media de aproximadamente
27 km/h y 110 km de distancia. Nada mal para ponernos a tono para la que se nos
avecina.
Esperemos que el próximo
fin de semana el tiempo sea más propicio y vayamos notando mejoría en las
fuerzas para afrontar rutas como esta con más facilidad y disfrutarlas como se
merecen.
Texto: Luis Carlos Sánchez.
Fotografía: Club Ciclista Santa Isabel.
Ruta 39 Badajoz, La Roca, La Nava, Montijo, Gevora, Badajoz
Compañeros,
dejadme descansar,
que de versitos mis neuronas
de momento,
no pueden más,
con lo cuál
que
aunque menos vistosa,
el recorrido quedará
Me gustaría empezar este
relato, haciendo alusión al tiempo. O mejor dicho al mal tiempo.
Hemos sufrido un día de bici
invernal, con un viento tremendo
acompañado de mucha lluvia, verdaderamente ha sido el protagonista principal
del día. Como es habitual, nos reunimos en el buzón para partir 12 ciclistas,
con un cielo encapotado, y con una temperatura más bien fría. Enfilamos la
carretera de Cáceres con un viento a favor muy fuerte, que nos llevó hasta La
Roca, a un ritmo muy alto.Rodamos a una media aproximada de 32 km, el grupo se
mantuvo compacto hasta ahí, favorecido
también por un terreno sin dificultad.
Hasta ese punto de la ruta,
la lluvia aún no había hecho acto de presencia.Llegado a La Roca, toca virar
hacia la derecha, para dirigirnos hacia
El Nabo de Santiago, perdón La Nava (no es obsesión.Me ha bailado una vocal).A
partir de ese punto, comenzamos a sufrir las inclemencias del mal tiempo.El giro propició, que este nos castigara casi de frente,
añadiendo a esto, que la lluvia comenzase debilmente, a hacer acto de presencia. Así, llegamos a La
Nava, donde le alegramos el día al paisano del bar con los cafés. Proseguimos la
marcha hacia Montijo, acompañados como no? del viento y la lluvia.Llegada a
Montijo, y salida de este con un nuevo giro a la derecha hacia La Puebla, donde
nos topamos con un fortísimo viento
lateral, y una lluvia intensa, que unos
km más adelante, nos obligan a hacer una parada en una gasolinera, de unos diez
minutos.Al final no decidimos esperar más,
viendo que la cosa no mejoraba. Reanudamos la marcha a un ritmo más
cansino. En estos casos, suele aparecer José Luis, (cuando las fuerzas del
grupo van menguando, vos os pones al mando, y con tu gran potencia escalando y
llaneando, tiras del resto, que se pone presto y gustoso, a recoger tu esfuerzo generoso.)En fin
amigos, lo que nos quedaba hasta Badajoz, más de lo mismo... viento, agua y los
km que ya pesaban. A pesar de los contratiempos
meteorológicos, finalizamos con una media de casi 28 km, para
un total de 117 km.
Texto y fotografía: José Leal.
Texto y fotografía: José Leal.
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