Comienza la cuenta atrás con vistas a la
próxima ruta especial, la tradicional subida a Tentudía, dentro de 3 semanas. Y
nada mejor que prepararla con rutas como la de hoy, con una buena distancia de
110KM para coger fondo y un terreno exigente de continuos sube y baja para
curtir los músculos y endurecer las piernas.
Primer día de mayo y
primera ruta con nuevo horario. A las 8 de la mañana estábamos en nuestro punto
de encuentro y de salida. 6º de temperatura que nos hacían castañear los
dientes. Y es de estos días que nos sabes qué ponerte. En pleno mayo ropa de
invierno como que se te hace un poco agobiante, y sin embargo, ropa de verano
es escasa para esa temperatura. En fin, haciendo un poco de combinaciones, la
mayoría optamos por camiseta térmica, maillot, manguitos, cortavientos y
pantalón corto. Salvo Benito, que creo fue quien acertó de lleno, ya que fue
bien pertrechado con su equipación de invierno.
Aunque el día estaba bien
soleado, costaba coger temperatura, a Paco Vila se le quedaban los pies helados,
prácticamente no entró en calor en toda la ruta. En principio no se movía el
viento, pero a medida que iba avanzando la jornada el viento empezaba a hacer
acto de presencia. En la ida, el poco que hacía era más bien favorable, pero al
regreso, ya hacía un poco más y en contra, tampoco una barbaridad como en la
jornada anterior, pero siempre molesto y provocando una sensación térmica de
mayor frío.
Del buzón salimos 8
unidades que no tardó en aumentar su número al unirnos con 4 unidades más que
nos esperaban a un ritmo tranquilo pasando Campomanes en la carretera de
Sevilla. Al final salimos a las 8:10 esperando a que Jose Luis fuera a por
algún enser que se le había olvidado. No sé no sé, ¿serían los calzoncillos de visón?.
De nuevo 12 los valientes
en realizar la ruta. Y es que los primeros días saliendo a las 8 de la mañana
cuestan un poco, pero después se agradece llegar temprano a casa y aprovechar
el resto de la jornada festiva en compañía de la familia.
Empezamos un un ritmo
aceptable, sería para entrar en calor. El caso es que cuando llegamos al cruce
de La Albuera, prácticamente el frío había desaparecido. Tan sólo en los dedos
de las manos, en la cara y algunos en los piés es donde más se notaba. Pasamos Almendral y la carretera empezaba a
picar para arriba. Porcentajes pequeños, de un 2% a un 4 % pero durante muchos
kilómetros seguidos, que hacían resentirse las piernas. Sobre todo a los que el
día anterior se metieron la paliza.
Llegamos a Barcarrota a las 10:05 de la mañana, donde paramos para avituallar en el restaurante Las Mallas, justamente en la entrada del pueblo.
Al sol se estaba divinamente.
15 minutitos de café, tostada, plátano y barritas y continuamos con el regreso.
Nos ponemos en marcha
dirección Táliga. El personal tiene algo de prisa, nada más salir hubo que
tirar de plato puesto que la carretera era favorable para acortar distancias
más rápido. Buena bajada y en un abrir y cerrar de ojos nos presentamos en
Táliga. A partir de ahí volvía el terreno a ponerse pesado, sin grandes
porcentajes, pero con las piernas un poco resentidas, y lo peor, de nuevo el
viento frío, pero no tanto como a primera hora. Era ya mucho más llevadero. Y
encima con una buena conversación y risas entre los colegas. Tan entretenidos íbamos
que llegamos enseguida al cruce para dirigirnos a Olivenza. Fue girar a la
derecha y plafff, bocanada de aire en contra para rematar.
Entre el viento y el
repecho pasando Olivenza a más de uno nos dieron la puntillá, dentro de los que
me incluyo. Costaba bastante seguir el ritmo de los más fuertes, pero apretando
los dientes y con la condescendencia de los compañeros que bajaban un poco el
ritmo para que fuera más llevadero, pudimos culminar la ruta con éxito,
llegando a Badajoz a las 12:15 de la mañana con una velocidad media de aproximadamente
27 km/h y 110 km de distancia. Nada mal para ponernos a tono para la que se nos
avecina.
Esperemos que el próximo
fin de semana el tiempo sea más propicio y vayamos notando mejoría en las
fuerzas para afrontar rutas como esta con más facilidad y disfrutarlas como se
merecen.
Texto: Luis Carlos Sánchez.
Fotografía: Club Ciclista Santa Isabel.
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