Comienza la temporada de verano, para ello,
modificamos la hora de salida a las 7:30 de la mañana. Teniendo en cuenta las
altas temperaturas que sufrimos por nuestras tierras, es conveniente salir a
dicha hora con el fin de terminar la ruta no más tarde de las 12 de la mañana.
Realmente a las 11:30, el Sol aprieta con ganas, y exponerse por encima de esa
hora puede ser causante de deshidrataciones y problemas con la piel.
Comienza
la ruta con los 5 minutitos de cortesía a las 7:35. La temperatura formidable y
por fin el viento parece que nos ha dado una tregua.
Nos animamos a hacer la ruta
unos 17 ó 18 integrantes contando con dos unidades invitadas, que por cierto,
están en muy buena forma.
Comenzamos con mucha
tranquilidad, atravesando la avenida de
Elvas. Parece como si la jornada fuera a transcurrir con mucha
tranquilidad. Nada más lejos de la realidad. En el momento que llegamos a
Elvas, y el terreno se puso cuesta arriba para llegar a Vedor, el ritmo empezó
a aumentar. No tardó el grupo en dividirse, hasta que el terreno comenzó a ser
un poco más favorable para todos los integrantes del grupo.
Por
cierto, volvemos a reiterar que debemos dejarnos de bromas a la hora de indicar
por dónde tenemos que ir cuando llegamos a algún cruce. Este tipo de bromas
pueden desembocar en un indeseable accidente, por lo que se ruega respetar la
información y no llevar a los compañeros a malos entendimientos.
Pequeña parada de reagrupamiento
en zona llana. Todas las unidades seguían con ánimos de terminar la ruta, salvo
Fenando Nacarino, que por motivos laborales no le está permitido alejarse más
de 30 kilómetros. Sé de buena tinta que le hubiera encantado terminarla, ya que
es uno de los organizadores de esta completa y rompe-piernas ruta. Para la
próxima vez será Fernando.
Una vez todos juntos, se impuso
un ritmo trepidante de 38 / 40 Km/h. Daba gusto rodar, hasta que empezaron de
nuevo los pequeños repechos, que al intentar mantener la misma velocidad,
sobrecargaban las piernas, provocando de nuevo la ruptura del grupo.
De nuevo parada de
reagrupamiento, pero por poco, ya que el terreno seguía siendo irregular, y a
muchos les costaba salir de su ritmo de confort.
Después de unos 20 minutitos de
relax y recuperación, volvemos a retomar la marcha. Bufff., ahora las piernas
costaba moverlas. Los músculos se enfriaron y durante algunos kilómetros no
empiezan a reaccionar. De nuevo algún que otro repecho hasta Vila Fernando. A partir
de aquí, volvemos a la carga y a rodar con fuerza. De nuevo el grupo se divide.
Nando y Jose Luis Sosa están que se salen. Llevan al grupo de cabeza a una
buena velocidad. Tanto que al final se quedó sólo Nando. El grupo totalmente
desgranado como un racimo de uvas.
De nuevo todos juntos enfilamos
los últimos kilómetros para llegar a Badajoz, y pensando que ya íbamos a ir a
un ritmo más llevadero, volvemos a acelerar el grupo, y la consiguiente ruptura
del mismo justa hasta la rotonda de Caya. Ahora sí, ya quitamos los platos y
movemos piernas para relajar un poco los músculos. El calor se acusaba ya, y
eso que eran alrededor de las 12 del mediodía.
Buena ruta de preparación, que
se realizó sin ningún tipo de incidente que reseñar. Para el próximo fin de
semana, volveremos a surcar las carreteras y hacer kilómetros en buena compañía.
Texto: Luis Carlos Sánchez.
Fotografía. Club Ciclista Santa Isabel.
