miércoles, 31 de mayo de 2017

Ruta especial Tentudía 2017. "El Vídeo".


miércoles, 24 de mayo de 2017

RUTA 46. ESPECIAL “TENTUDÍA”.



        
    Un año más realizamos la ya tradicional ruta: “Subida al Monasterio de Tentudía”.
            Como siempre quedamos para salir con los vehículos en nuestros emblemático buzón de 4 caminos. A las 7 de la mañana íbamos viajando hacia el lugar de salida, Zafra, con la intención de comenzar la ruta a las 8 de la mañana. 
         La puntualidad de los 22 participantes fue exquisita, aunque con las bicicletas salimos realmente a las 8:30. Hubo que hacer una parada técnica de café con churros para aquellos que a primera hora de la mañana tienen el estómago cerrado. Por cierto, alguno estuvo comiendo churros durante toda la mañana.
            El principal protagonista de la ruta fue el fastidioso viento. Ha sido una de las jornadas más duras referente a dicho efecto meteorológico. Y es que desde que nos pusimos en marcha, el viento era cada vez más intenso. Toda la mitad de la ruta hasta justamente el pié de la subida, nos estuvo dando de costado y en contra. Tanto era así, que nuestro compañero Paco Vila, que aprovechó la jornada para estrenar sus nuevas llantas de perfil alto, estuvo a puntito de poner pie en tierra y retirarse por la imposibilidad de hacerse con la bicicleta. Al final con el apoyo de todos y con la paciencia y fuerza de voluntad de Paco, conseguimos que se mantuviera en el grupo.
            Todo el transcurso del recorrido consistía en atravesar continuos toboganes. Tenían rampas de hasta casi un 9% de desnivel, que provocaban que fueramos perdiendo fuerza, y eso sumado al intenso viento nos hizo mantener un ritmo tedioso y cansino. Después de mucho esfuerzo conseguimos llegar a las estribaciones del puerto. A partir de aquí el viento no era tan molesto. Estábamos protegidos por la falda de la montaña y vimos nuestro sufrimiento un poco aliviado. Alivio que poco iba a durar, ya que una vez alcanzada la localidad de Calera de León comenzábamos la ascensión. A partir de aquí, cada uno ponía su ritmo y para arriba. Había tramos de un 13% y un 14% de inclinación, pero la media general era de entre un 7% y un 9%. Por lo tanto es un puerto bastante llevadero y con algunos pocos descansos que permiten recuperar el aliento.
            Pasado el cruce de Cabeza la Vaca tan sólo quedan 2 Kilómetros para coronar la cima. El paisaje precioso con unas maravillosas vistas y rodeado de pinos. Son 2 kilómetros que pasan relativamente rápidos, ya que, manteniendo un ritmo constante se suelen sobrellevar bastante bien.
            Por fin, detrás de la curva a la derecha se vislumbra la caseta de los repetidores indicio de que estamos terminando la subida. Una vez pasada dicha curva se muestra el monasterio de Tentudía señal inequívoca de que el calvario ha pasado. Bueno, pasado entre comillas.
            Parada habitual para las fotos de rigor y el avituallamiento, con el desánimo por parte de los cafeteros, ya que como suele ser habitual, el bar estaba cerrado. Allí estaban descansando un grupo de senderistas que nos invitaron, de manera jocosa, a unas perrunillas para pasar el mal trago. Evidentemente no podíamos aceptar tan suculento manjar, no estaba bien abusar de la bondad de otros compañeros de ruta, y decidimos comer nuestra fruta y barritas que parece que pasan mejor por los gaznates.
            Recebado de líquidos en la fuente del lugar, y nos ponemos en marcha, ahora para descender. Con mucha precaución comenzamos el descenso, pero disfrutando, por supuesto, de grandes velocidades de hasta 70 Km/h. Y más, porque no se podía coger con las curvas y por el tráfico de coches del lugar. Pero vamos una gozada. Si para la ascensión, se tarda en total, aproximadamente una hora, para el descenso en 5 minutos estamos abajo. Como siempre, justo al finalizar el descenso nos viene de cara la sorpresa ya conocida del rompepiernas peor de la ruta. Un rampón de casi un 9% que te coge con las piernas frías y provoca un cambio de ritmo que te caes con todo el equipo. Las cajas de cambios sonando por que no te da tiempo a poner el desarrollo adecuado y te quedas clavado. Pasas de ir a 55 ó 60 Km/h a 8 ó 10 Km/h y haciendo eses para poder sortearlo mejor. Gracias a que no es muy larga, porque si no sería insoportable.
            Esta es la tónica general del regreso. Seguimos con los cambios de ritmo por culpa de los toboganes, dirección Fuente de Cantos. Lo bueno, este año, ha sido que ahora el viento nos favorecía, y nos empujaba ese poquito para poder superar las rampas con más soltura. Aún así, las piernas ya estaban muy resentidas, y los amagos de tirones y calambres iban aflorando.
            Casi llegando a Fuente de Cantos, Demetrio sufre un pinchazo. Parada que vale para esperar a los más rezagados. Manolo Expósito, Antonio Núñez, Fernando Cordón, Juan Chacón. Manolo nos dice, lo siento mucho pero no voy a parar, porque si me paro no me vuelvo a montar, por lo que les comentamos que continúen ellos a su ritmo mientras reparábamos el pinchazo, y así podían ir más tranquilos.
            Una vez reparado el pinchazo, nos ponemos de nuevo en camino. La carretera se tornaba más asequible, no había tanto repecho y con el viento a favor comenzamos a rodar de manera considerable. En esto que dice uno de los compañeros invitados “Ceferino”, yo tiro para adelante que a las 14:00 tengo que estar en Hornachos. Impuso un ritmo tal, que cuando quisimos darle caza fue imposible. Rodábamos a 44 y 45 Km/h y a él se le veía cada vez más lejos. Cuando la carretera picaba para arriba, se nos hacía más complicado mantener esa velocidad. Para algunos las piernas ya no respondían y había que aminorar la marcha.
           
Al final llegamos a las duchas a la hora prevista. Las 14:00 y Ceferino ya estaba montado en el coche con todo cargado y de regreso a su pueblo. Nosotros, con los deberes cumplidos nos dirigimos a las merecidas duchas.
            A comer nos quedamos 11 miembros de los 22 que participamos en la ruta. Como miembros invitados, nos acompañaron Ceferino, Mero y Manolo Bueno, y disfrutamos mucho como siempre, de su agradable  compañía. Ellos siempre nos obligan a poner un poquito más de esfuerzo a la ruta, haciéndola más dinámica.
            El encargado de la organización  de la ruta fue Manujo, y todo salió a pedir de boca, salvo las duchas del segundo vestuario, que eran con agua fría y no veáis como nos espabilamos. Se nos quitaron todas las tonterías. Las de agua caliente tampoco tenían desperdicio, había que ir salpicándote por que te abrasabas vivo. En fin no sé qué sería peor. Y la comida fue genial.
Con un broche culinario estupendo de postres caseros, en los que Mero, Nando, Manolo, hermanos Silva, Demetrio, Ceferino y los demás que se marcharon no pudieron degustar.
Ya sabéis, para la próxima os quedáis a comer. Echamos unas risas y nos divertimos constando las batallitas.
            


















Texto: Luis Carlos Sánchez.
Fotografía: Club Ciclista Santa Isabel.

domingo, 14 de mayo de 2017

Ruta 43 Badajoz, Valverde, Barcarrota, Salvaleón, Nogales, Almendral, La Albuera, Badajoz.


Antes de empezar este relato, quiero hacer una mención  muy especial a un compañero y amigo de la infancia, que gracias a la bicicleta, nos ha dado la oportunidad de reencontrarnos después de muchos años sin vernos. Este volver a vernos, ha tenido que ser en circunstancias adversas para tu salud.
Me gustaría decirte, que es admirable como afrontas " ese problemilla" que se te ha presentado. Creo que no todo el mundo es capaz de agarrar ese "toro" con esa valentía,  ánimo y positivismo, como Tú lo has hecho. Seguro que vas a salir adelante del escollo. Enhorabuena por tu buena actitud y entereza, Manolo Expósito. Todo esto al final quedará para ti , como un mal sueño.
Y ya,  vamos al lío nuestro. Empezar con el clima. Comenzamos con nubes altas, que no impedía que el sol se impusiera sobre éstas, aunque a lo largo del trayecto las tornas se invertirían, imponiéndose los nublados. La temperatura la podemos calificar de fresquita.
Del famoso buzón supuestamente salisteis, en número de ocho unidades y otros tres, nos incorporamos en la rotonda de Carrefour ( carretera de Valverde), y digo que salisteis supuestamente porque, como yo no lo vi....pues ya sabéis, ojos que no ven........gabardina que me llevo. Bromas  a parte, la ruta se presentaba con cierta dificultad, ya que la orografía, con continuas subidas y bajadas en sus tres cuartas partes iba a seguir esa tónica hacia estos " dos pueblos" nos dirigimos en primera instancia, a Valverde de Leganés. Como siempre  sin forzar en este primer tramo, todos juntitos hasta llegar a ese primer destino. A partir de ahí,  dirección Barcarrota y veinte kms. de fuertes  repechos y otras tantas bajadas. El grupo en las subidas se rompía, y en las bajadas se agrupaba. Llegamos a Barcarrota, tierra de este humilde junta letras, que como es bien sabido nadie se está  quieto. (el que no corre trota ).La salida del pueblo hacia Salvaleón, ya comienza con un fuerte repecho, superado éste, la carretera no deja de subir, aunque en menor medida, kms después bajada muy rápida hasta el valle donde se sitúa el pueblo, algunos bajamos a lo que daba el desarrollo de nuestras bicis. Reagrupamiento en la raqueta que nos dirige a Nogales. Tramo este, que discurre todo  en bajada excepto dos repechos del 8% y el 9% este último, de unos 700 m, superado éste,  desde esa atalaya, las vistas que se nos presentan son preciosas. El pelotón,  desgajado, se encamina picando ligeramente hacia arriba en los últimos dos kms hasta llegar a Nogales. Parada merecida para el café. La media de velocidad había sido baja, por culpa de las dificultades del terreno, no llegó a 24 km.
A partir de aquí, a correr hasta Badajoz. Salida hacia Almendral, poniendo la directa favorecido por un terreno llano, y un viento que no dificultaba mucho. Llegada  a esta localidad, giro a la derecha y seguimos rapidísimos y en grupo, ya no bajaríamos de 33 o 34 km con puntas de casi 50, cuando los capos se ponían delante. Quiero destacar por su esfuerzo generoso sobre todo en este último tramo, a Nando. "Cuando el grupo denota un acelerón, las miradas del pelotón, se dirigen al de delante, y como no podía ser de otro modo, aparece ante todos, esa savia joven, de ciclista poderoso, que igual subiendo que bajando, no podía ser otro, que NANDO. (Chury, estas que lo petas).
Llegamos al punto de la nacional, y en la rotonda dirección Badajoz nos encaminamos a cumplimentar la ruta, con esos 23 km finales, sin ninguna incidencia que destacar. La velocidad hasta Badajoz continuó siendo rápida,  y la media aumentó sensiblemente, en este último tercio, completándose los aproximadamente 112 km así establecidos.
Y colorín  colorado, este relato se ha acabado.

Texto: José Leal Benavides
Fotografía. Club Ciclista Santa Isabel.

domingo, 7 de mayo de 2017

Ruta 41 Badajoz, cc-canal-Valdebotoa, Villar del Rey,Puebla de Obando, La Roca ,Badajoz.


Antes de empezar
este relato, perdón,
sólo me va a llevar
un rato.
Quiero felicitar
en mi nombre
y en el de la peña
a Manolo Silva,
que , con su magisterio
bicicletero,
nos instruye certero,
en cada uno
de los ruteros
(sube un diente
quita el plato)
poniendo al servicio
de todos,
conocimiento, saber
y buenos modos.
Además pedaleando,
sentado o de pie
no puede faltar,
su grito de guerra,
"esqueee"
Y ya, pasamos
a la cuestión.
Como siempre
en las inmedaciones
del Guadiana,
en un artilugio
ya en deshuso
curioso y molón
llamado buzón,
nos juntamos
11 ciclistas
con bicicletas
camisetas y pantalón,
para meternos
una paliza
de relumbron.
A la hora establecida
8 de la mañana,
con un frio que ponia
la hierba cana,
iniciamos la ruta
en dirección al canal.
Todos juntitos
y sin más.
Sobre Valdebotoa
Pepe y Murillo,
se unieron al grupillo,
y en el puente
sobre el Gevora,
se oye un grito
cuasi de guerra.
! alto pinchazo!
frenazo, y alguno a punto
del guarrazo.
Paco, no mola mazo
tanto puto pinchazo.
Salimos del puente,
y al girar, Valdebotoa
está presente.
Continuamos hacia
Villar del Rey,
la marcha fluida
sin idas ni venidas.
El grupo compacto,
nada que provoque
ningún sobresalto.
Llegada y salida
de esta Villa,
para dirigirnos sin más
a la BA-5023 comarcal.
21 km nos esperan
de una estrecha
carretera,
y con un firme
nada adecuado,
para un marchar
pausado.
Al ser un tramo
muy ondulado,
acabamos este
un tanto cascados.
Si añadimos a esto
que algunos forzaban,
el resultado daba
que del grupo 4
se marchaban.
Llegamos a la nacional
con el físico na más,
que regular.
Justo ahí apostados,
esperaban
los escapados.
Subida el repecho
de Obando,
que algunos subimos
más lentos que andando.
Bajadita fugaz,
para llegar
al cafelino en el bar.
Reanudamos la marcha,
y en lugar
de tomar cafeina
nos hubieran dado
Eritropoyetina
(Es la EPO mal pensaos)
la bajada hasta La Roca
fue tan veloz, que incluso
se nos olvidó,
que los que antes
iban escapados,
ahora quedaban
rezagados.
Paco, avisó
que se parara
para que esos tres,
enlazaran.
De la Roca
hasta Badajoz,
corrimos que es un
primor.
En grupo, a ritmo,
y muy veloz
favorecido por un ligero
viento,
lateral a favor.
Llegamos sin más
a nuestro punto
de partida (112 km)
cansados como es
de esperar
pero dispuestos,
para el domingo
volver a empezar.
Esto es todo amigos.

Texto: José Leal.

martes, 2 de mayo de 2017

Ruta 40. Badajoz - La Albuera - Almendral - Barcarrota - Taliga - Sto Domingo - Olivenza - Badajoz


                  Comienza la cuenta atrás con vistas a la próxima ruta especial, la tradicional subida a Tentudía, dentro de 3 semanas. Y nada mejor que prepararla con rutas como la de hoy, con una buena distancia de 110KM para coger fondo y un terreno exigente de continuos sube y baja para curtir los músculos y endurecer las piernas.
            Primer día de mayo y primera ruta con nuevo horario. A las 8 de la mañana estábamos en nuestro punto de encuentro y de salida. 6º de temperatura que nos hacían castañear los dientes. Y es de estos días que nos sabes qué ponerte. En pleno mayo ropa de invierno como que se te hace un poco agobiante, y sin embargo, ropa de verano es escasa para esa temperatura. En fin, haciendo un poco de combinaciones, la mayoría optamos por camiseta térmica, maillot, manguitos, cortavientos y pantalón corto. Salvo Benito, que creo fue quien acertó de lleno, ya que fue bien pertrechado con su equipación de invierno.
            Aunque el día estaba bien soleado, costaba coger temperatura, a Paco Vila se le quedaban los pies helados, prácticamente no entró en calor en toda la ruta. En principio no se movía el viento, pero a medida que iba avanzando la jornada el viento empezaba a hacer acto de presencia. En la ida, el poco que hacía era más bien favorable, pero al regreso, ya hacía un poco más y en contra, tampoco una barbaridad como en la jornada anterior, pero siempre molesto y provocando una sensación térmica de mayor frío.
            Del buzón salimos 8 unidades que no tardó en aumentar su número al unirnos con 4 unidades más que nos esperaban a un ritmo tranquilo pasando Campomanes en la carretera de Sevilla. Al final salimos a las 8:10 esperando a que Jose Luis fuera a por algún enser que se le había olvidado. No sé no sé, ¿serían los calzoncillos de visón?.
            De nuevo 12 los valientes en realizar la ruta. Y es que los primeros días saliendo a las 8 de la mañana cuestan un poco, pero después se agradece llegar temprano a casa y aprovechar el resto de la jornada festiva en compañía de la familia.
            Empezamos un un ritmo aceptable, sería para entrar en calor. El caso es que cuando llegamos al cruce de La Albuera, prácticamente el frío había desaparecido. Tan sólo en los dedos de las manos, en la cara y algunos en los piés es donde más se notaba.      Pasamos Almendral y la carretera empezaba a picar para arriba. Porcentajes pequeños, de un 2% a un 4 % pero durante muchos kilómetros seguidos, que hacían resentirse las piernas. Sobre todo a los que el día anterior se metieron la paliza.
           
Llegamos a Barcarrota a las 10:05 de la mañana, donde paramos para avituallar en el restaurante Las Mallas, justamente en la entrada del pueblo.
            Al sol se estaba divinamente. 15 minutitos de café, tostada, plátano y barritas y continuamos con el regreso.
            Nos ponemos en marcha dirección Táliga. El personal tiene algo de prisa, nada más salir hubo que tirar de plato puesto que la carretera era favorable para acortar distancias más rápido. Buena bajada y en un abrir y cerrar de ojos nos presentamos en Táliga. A partir de ahí volvía el terreno a ponerse pesado, sin grandes porcentajes, pero con las piernas un poco resentidas, y lo peor, de nuevo el viento frío, pero no tanto como a primera hora. Era ya mucho más llevadero. Y encima con una buena conversación y risas entre los colegas. Tan entretenidos íbamos que llegamos enseguida al cruce para dirigirnos a Olivenza. Fue girar a la derecha y plafff, bocanada de aire en contra para rematar.
            Entre el viento y el repecho pasando Olivenza a más de uno nos dieron la puntillá, dentro de los que me incluyo. Costaba bastante seguir el ritmo de los más fuertes, pero apretando los dientes y con la condescendencia de los compañeros que bajaban un poco el ritmo para que fuera más llevadero, pudimos culminar la ruta con éxito, llegando a Badajoz a las 12:15 de la mañana con una velocidad media de aproximadamente 27 km/h y 110 km de distancia. Nada mal para ponernos a tono para la que se nos avecina.
            Esperemos que el próximo fin de semana el tiempo sea más propicio y vayamos notando mejoría en las fuerzas para afrontar rutas como esta con más facilidad y disfrutarlas como se merecen.

Texto: Luis Carlos Sánchez.
Fotografía: Club Ciclista Santa Isabel.
 

Ruta 39 Badajoz, La Roca, La Nava, Montijo, Gevora, Badajoz


        Compañeros,
      dejadme descansar,
          que de versitos mis neuronas
          de momento,
          no pueden más,
             con lo cuál
        
paso a la prosa sin más,
    que aunque menos vistosa,
         el recorrido quedará
     reflejado una vez más.
Me gustaría empezar este relato, haciendo alusión al tiempo. O mejor dicho al mal tiempo.
Hemos sufrido un día de bici invernal,  con un viento tremendo acompañado de mucha lluvia, verdaderamente ha sido el protagonista principal del día. Como es habitual, nos reunimos en el buzón para partir 12 ciclistas, con un cielo encapotado, y con una temperatura más bien fría. Enfilamos la carretera de Cáceres con un viento a favor muy fuerte, que nos llevó hasta La Roca, a un ritmo muy alto.Rodamos a una media aproximada de 32 km, el grupo se mantuvo compacto hasta ahí,  favorecido también por un terreno sin dificultad.
Hasta ese punto de la ruta, la lluvia aún no había hecho acto de presencia.Llegado a La Roca, toca virar hacia la derecha,  para dirigirnos hacia El Nabo de Santiago, perdón La Nava (no es obsesión.Me ha bailado una vocal).A partir de ese punto, comenzamos a sufrir las inclemencias del  mal tiempo.El giro propició,  que este nos castigara casi de frente, añadiendo a esto, que la lluvia comenzase debilmente,  a hacer acto de presencia. Así, llegamos a La Nava, donde le alegramos el día al paisano del bar con los cafés. Proseguimos la marcha hacia Montijo, acompañados como no? del viento y la lluvia.Llegada a Montijo, y salida de este con un nuevo giro a la derecha hacia La Puebla, donde nos topamos  con un fortísimo viento lateral,  y una lluvia intensa, que unos km más adelante, nos obligan a hacer una parada en una gasolinera, de unos diez minutos.Al final no decidimos esperar más,  viendo que la cosa no mejoraba. Reanudamos la marcha a un ritmo más cansino. En estos casos, suele aparecer José Luis, (cuando las fuerzas del grupo van menguando, vos os pones al mando, y con tu gran potencia escalando y llaneando,  tiras del resto,  que se pone presto y gustoso,  a recoger tu esfuerzo generoso.)En fin amigos, lo que nos quedaba hasta Badajoz, más de lo mismo... viento, agua y los km que ya pesaban. A pesar de los contratiempos
 meteorológicos,  finalizamos con una media de casi 28 km, para un total de 117 km.

Texto y fotografía: José Leal.