miércoles, 19 de abril de 2017

Ruta 35. Badajoz, Olivenza, Cheles, Badajoz


            La ruta de hoy se nos presentaba con 106 kilómetros a la vista. Tenía una cierta dificultad en el tramo Olivenza – Cheles.
            El día amaneció ligeramente nuboso, aunque las previsiones indicaban que tornaría a soleado. Mañana fresca.
            En esta ocasión 10 unidades partimos de la salida habitual, el buzón, a la hora indicada, a los que a lo largo del trayecto se sumaron 4 unidades más. Se nota que la gente ha dosificado, teniendo en cuenta el número de salidas seguidas que hemos realizado durante los días de fiesta de Semana Santa.
            Una vez atravesada la ciudad, ponemos rumbo a Olivenza, con el viento ligeramente a favor provocando un ritmo bastante aceptable para ser el comienzo de la ruta. En esta ocasión, y a diferencia de la mayoría de las rutas, algunos componentes ponen tierra de por medio sin mirar atrás. En rutas de este calibre, es mejor ir todos unidos y poner un ritmo aceptable para todos los gustos. De esta manera los que estamos un poco más flojos podemos sobrellevar mejor rutas rompepiernas como esta. Los 25 km de Oliveza a Cheles, aún teniendo en cuenta que el terreno es un continuo sube y baja, se hicieron a un buen ritmo . De esta manera llegamos a Cheles, donde hicimos la parada para el merecido avituallamiento.
            Después de recuperar fuerzas comenzamos el regreso, esta vez con algo de viento en contra y con pesadez en las piernas. Íbamos acusando el esfuerzo, y los kilómetros se iban acumulando en las piernas.
            Poco a poco fuimos recorriendo terreno y no tardamos en llegar a Olivenza. Desde aquí el trayecto se hizo más llevadero, ya que el terreno permitía un ritmo más constante.
            La única incidencia de la jornada fue un pinchazo que sufrió el amigo Deme, pero teniendo en cuenta la cercanía a Badajoz, optamos simplemente por inflar la rueda para poder llegar al destino, ya que el pinchazo era pequeño.
           
En definitiva, una buena jornada de ciclismo, que nos ha servido para disfrutar de un día primaveral transcurriendo por los bonitos paisajes de la Dehesa Extremeña en todo su esplendor, llenos de diversidad de colores y aromas.

Texto: José Leal.

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